La implantación de la reforma educativa ha conllevado la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta la edad de 16 años y la necesidad de dar respuesta educativa a todos los alumnos. Formando parte de este cambio, aparecen en suspenso preguntas sobre la atención de los que tienen necesidades educativas especiales (NEE), incluidos aquellos que requieren una enseñanza específica y acorde con su minusvalía.