Para crear comunidad educativa no es indispensable realizar grandes propuestas ni llevar a cabo proyectos singulares, sino más bien lo contrario. La comunidad educativa se crea en el día a día y a lo largo de los años, tejiendo lazos y relaciones basadas en la cotidianeidad, la confianza y la empatía. Por eso, en este texto no se presentan grandes fórmulas para mejorar la relación entre escuela, familia y comunidad, sino pequeñas ideas que en su conjunto permiten la creación de una gran comunidad educativa.
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