La audición musical tiene un papel fundamental en el aprendizaje de la música. Todavía los niños parecen tener dificultades en escuchar la música clásica occidental, generalmente compleja y no familiar. La metodología de audición musical activa con el musicograma fue propuesta por Wuytack en 1971 para enseñar a escuchar la música clásica a niños y jóvenes sin conocimientos musicales. Este sistema solicita la participación física y mental del oyente antes y durante la audición y también utiliza la percepción visual (el musicograma) para mejorar la percepción musical.