Es curioso constatar la bondad o la maldad presemántica de determinadas palabras cuando llegan a nosotros mediatizadas por el filtro de la historia de la pedagogía en nuestro país. Nadie discutiría como pilares fundamentales de nuestra escuela primaria actual, por ejemplo, términos como ½participación+, ½escuela democrática+, ½diálogo educativo+, ½autonomía+, ½comunicación+, etc. Sin embargo, nos resultan incómodos de digerir términos como ½castigo +, ½disciplina+, ½autoridad+. No es fácil diagnosticar esta pendulación de unas ideas que a priori están claras y perfect…