La autorregulación del aprendizaje pretende básicamente (Perrenoud, 1991) formar a los estudiantes en la regulación de sus propios procesos de pensamiento y aprendizaje. Muchas son las líneas de investigación que han hecho importantes aportaciones en el desarrollo de las teorías de autorregulación del aprendizaje; en particular son especialmente interesantes las aportaciones desde la teoría de la actividad del aprendizaje (Talizina, 1988) y los trabajos englobados en la denominada evaluación formadora (Nunziati, 1990).