Todos estamos de acuerdo en que la principal función del sistema educativo consiste en preparar a las personas para desenvolverse al final de la escolaridad con un mínimo de garantías. El individuo ha de saber vivir como un ciudadano, trabajar, encontrar sus fines como persona. Esto, tan evidente, sin embargo no siempre ocurre en la práctica. En el mejor de los casos, los alumnos tienen conocimientos de unas materias, pero están más indefensos para iniciar su particular confrontación con el mundo adulto. Quizás, ahora que la reforma educativa declara su interés en la funcionalidad …