Modelos de familia

En este primer apartado del libro se abordan aspectos tan relevantes como las familias de madres solas y divorciadas, cómo afrontan el cuidado de sus hijos y las características esenciales de la crianza en las familias monoparentales. Además, se destaca que el divorcio es difícil para los niños y, en el momento en el que se produce, causa que muchos de estos niños experimenten problemas emocionales y conductuales.

Este capítulo se centra en la presencia o no del padre. Es decir, destaca elementos como qué hace el padre, su «incompetencia», la importancia de la su figura y su «masculinidad». Explica la autora que el padre difiere de la madre no solo por la cantidad de tiempo que pasa con sus hijos, sino también por lo que hace cuando está con ellos. Asimismo, pone de relieve la capacidad del padre para cuidar a sus hijos, tal como lo hace también la madre.

En este capítulo se ponen de relieve los vínculos genéticos. Se abordan temas tan destacables como la adopción, la inseminación artificial, la donación de óvulos, la subrogación, las familias reconstituidas y la importancia de la relación genética. Se destaca que, sobrellevar los sentimientos negativos que sus hijos tienen sobre su adopción puede ser uno de los retos más difíciles para la familia adoptiva. En este sentido, se concluye que la ausencia de un vínculo genético entre padre e hijo carece de influencia influencia sobre el equilibrio del niño

En este capítulo se aborda la orientación sexual de los padres. Se tratan temas tales como las disputas por la custodia de los hijos, las burlas, el acoso, las familias de madres lesbianas o de padres gais y los niños «afeminados» o las niñas «varoniles», citando a la autora. Todo ello se aborda desde la experiencia y perspectiva de los hijos y sus sentimientos.

En esta segunda parte del libro se analiza la calidad de las relaciones familiares entre padres e hijos. Se trata específicamente la teoría del apego: los apegos seguros e inseguros, la estabilidad de  los mismos a lo largo del tiempo, los vínculos entre las relaciones de afecto de padres e hijos y los cambios en dicho afecto. Se destaca que es importante para los hijos sentirse seguros en sus relaciones con sus padres, las cuales se forman aproximadamente entre los seis y los siete meses.

Los matrimonios infelices son malos para los niños y niñas. La calidad del matrimonio y el estado psicológico de los padres y madres es vital para su desarrollo. La autora analiza el conflicto conyugal y la función educativa de los padres, así como el bienestar psicológico de los niños y las relaciones entre los hermanos. En este sentido, los hijos de los padres en conflicto son más susceptibles de tener problemas de conducta tales como agresividad, desobediencia y dificultad para controlar sus emociones.

En este capítulo la autora reflexiona sobre las características individuales de los niños y su mundo social. Se abordan los principales elementos del cuidado diario, las relaciones con los compañeros, el entorno de crianza, la resistencia, el temperamento y la relación entre los beneficios que aporta la naturaleza y la educación. Además, se destaca que existen otras formas de cuidado diario como la presencia de tutores cariñosos, receptivos y bien formados.

Este capítulo acerca al lector las relaciones familiares y los modelos de familia prestando especial atención a la diversidad familiar, los factores que influyen en las familias y el desarrollo psicológico de los niños. Además, se concluye que la estructura familiar influye poco en el desarrollo psicológico de los hijos e hijas, ya que lo realmente importa es la vida familiar y la calidad de la misma.