De todos es sabido, al menos por experiencia, que la autoexpresión de sentimientos es una técnica liberadora a nivel psicológico. La lucha por mantenerlos ocultos genera estados de inseguridad, de tensión interior y un gasto de energías que entorpece y dificulta nuestro ½crecimiento+. En este artículo tratamos de ofrecer algunas orientaciones didácticas con el ánimo de contribuir a crear un ambiente sensible que permita y les facilite a los niños y niñas expresar sus sentimientos más íntimos.