La infancia es una etapa vital que tiene necesidades específicas y cada niño y niña son diferentes. Por ello, es necesario comprender lo difícil que resulta llegar a asegurar unas buenas condiciones sociales, familiares y educativas para promover el desarrollo de cada uno. El acompañamiento, por tanto, será clave en edades tempranas. Tal y como sostiene este capítulo, ni la escuela debe sustituir a la familia, ni esta debe ser una extensión de lo escolar; ambas pueden complementarse desde sus rasgos diferenciales, reconociendo las particularidades de cada una y compartiendo un interés común…
