La diversidad de género es uno de los retos que debe abordar la escuela, quizá una de los más complicados porque la sociedad ha establecido códigos muy concretos sobre la identidad y el cuerpo. Pero, por suerte, hay muchas gamas de colores en el mundo. Nuestra experiencia demuestra que, mediante la práctica cotidiana en las escuelas, se puede hacer una enseñanza más inclusiva, para que todas las personas tengan su lugar y sean aceptadas tal como son.
Reunión de la comisión de convivencia del alumnado
Debemos admitir que, aun pensand…