Es necesario aclarar el concepto de adolescencia
¿Qué es y qué no es la adolescencia? ¿En qué consiste ser adolescente hoy? Este capítulo busca aclarar estos interrogantes, reflexionando sobre algunos temas que se suelen vincular a la adolescencia como identidad, grupos o conflictos; todo ello con el objetivo de entender mejor los cambios, físicos y emocionales, que supone esta etapa y comprender que la adolescencia no está detrás de todas nuestras dificultades educativas.
Para entender a los adolescentes primero hay que conocerlos
Para entender a los adolescentes conviene mirarlos, observarlos, escucharlos, preguntarles. A menudo, nuestros argumentos no son sus argumentos. Partiendo de esta idea, este capítulo propone consejos y estrategias para comprender al alumnado adolescente –conocer cómo son y cómo evolucionan- y demostrar que nos interesan, lo que es un paso esencial para poder enseñarles. Se trata de comprender, en definitiva, para acertar en la intervención.
Con los adolescentes hay que diferenciar entre tener conflictos y tener problemas
En la adolescencia conviene distinguir entre tener conflictos y tener problemas, y hay que saber convivir con ellos en las instituciones y evitar que las respuestas creen el problema. En este capítulo se habla de todos estos elementos, ofreciendo consejos y estrategias para poder diferenciar ambas situaciones, y poder mejorar así tanto la convivencia escolar como nuestra intervención educativa con adolescentes en la educación secundaria.
Los chicos y las chicas adolescentes necesitan aclararse y encontrar su lugar en el mundo
La adolescencia es un período evolutivo lleno de inseguridades y tensiones, y en este contexto los y las adolescentes también necesitan aclararse y encontrar su lugar en el mundo. Por ello, en este capítulo veremos que debemos aprender a descubrir cuáles son sus «agobios», sus preocupaciones, las tensiones de su mundo interior, para poder ayudarles y, en consecuencia, favorecer su aprendizaje.
La adolescencia y la escuela son compatibles
Aunque puede no parecerlo, la adolescencia y la escuela son compatibles, pero hay que ponerse de acuerdo en cómo debe ser una «escuela adolescente» y cuáles son los objetivos educativos de esta etapa. En este capítulo se habla de ello, centrándose en la compatibilidad o incompatibilidad entre las necesidades del adolescente y las obligaciones de la escuela. Asimismo, también hace hincapié en conocer y entender los «territorios adolescentes» -aulas, pasillos, patios...- como espacios clave de las interacciones adolescentes, y cómo «abrir la escuela» para compartir con la comunidad (profesionales sociales, de la salud....) la tarea de educar.
Los adolescentes deben poder aprender a gestionar
Las vidas de los adolescentes están, inevitablemente, empapadas de riesgos, y educar es conseguir que aprendan a gestionarlos. Este capítulo habla de ello, analizando y reflexionando sobre por qué determinadas conductas, revestidas de riesgo, les resultan atractivas a los y las adolescentes o el interés por la experimentación que se presenta en esta etapa. Se ofrecen también consejos y respuestas para ayudarles a gestionar estos riesgos.
Los tutores pueden ser muy útiles en la vida de los adolescentes
Las figuras del tutor y la tutora pueden llegar a tener un papel muy importante y ser muy útiles en las vidas de los adolescentes. Para aprender necesitan a adultos de los que fiarse, para aclararse y para construirse, pero hay que saber hacerlo correctamente: se trata de trabajar para conseguir ser una persona adulta próxima y positiva. En este capítulo se habla de ello, abordando el tema de las tutorías y las características de un «buen profesor» para los adolescentes.
Los padres y las madres deben ser conscientes de la necesidad de seguir educando, pero de otra manera
Hacer de padre o madre todavía es necesario durante la adolescencia. Todo comienza por conservar la paciencia y no desesperarse. Así, cualquier profesional que trabaje con adolescentes sabe que la mitad de su tarea tendrá que ver con sus padres y madres, porque necesita que sigan educando a sus hijos y que entienden qué está pasando ahora con sus vidas. En este capítulo se analiza justamente el rol que desempeñan la familia y el clima familiar en el aprendizaje del o la adolescente, proponiendo consejos y estrategias prácticas sobre el tema.
Los adolescentes pueden y deben ser responsables
Los adolescentes pueden y deben ser responsables. Ésta es la idea clave de la que parte este capítulo, centrándose en cómo educar a los y las adolescentes para que sean autónomos y tomen decisiones sobre su vida. Asimismo, se plantea en qué consiste ser responsable, qué hacer para conseguirlo y cuál es el papel de los límites en ello, planteando consejos y estrategias para poner en práctica lo aprendido.
Decálogo de criterios optimistas para trabajar al lado de los adolescentes