La propuesta presentada por el secretario general del MEC sobre la nueva ordenación del bachillerato ha generado automáticamente una serie de reacciones desmedidas, puesto que la información proporcionada es mínima y pretende ser un punto de partida a discutir más profundamente. Distintas opiniones de partidos políticos, organizaciones y sindicatos nos permiten constatar que en un tema tan importante como la educación, los intereses partidistas y empresariales impiden de nuevo llegar al fondo del debate y que la anécdota se utiliza para invalidar una propuesta que puede estar cargad…
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