La formación del símbolo
El símbolo es uno de los elementos fundamentales que caracteriza el juego simbólico. En este capítulo se define y se compara el símbolo con el concepto de signo, ya que este tipo de juego se utiliza de una manera particular y significativa. Asimismo, también se destaca su relación con el desarrollo comunicativo y la importancia de la acción dentro de los procesos educativos y de aprendizaje de la etapa infantil en relación con el desarrollo y la formación del símbolo.
El juego presimbólico
Previamente a la adquisición de la función simbólica los niños y niñas ejercitan su cuerpo a través de acciones que realizan al interactuar en diferentes espacios y con distintos objetos. En este capítulo se analizan estas acciones como elementos que conforman el juego presimbólico y que servirán para ir adquiriendo por completo la función simbólica que se requiere a través de varios tipos de juegos que se presentan en él.
La simbología del juego
A través de los juegos los niños y las niñas construyen su propia identidad a partir de sus actos; así es como la simbología que rodea el juego simbólico se exterioriza, mostrando el deseo de hacerse mayor o la identificación propia y del adulto. En este capítulo se presentan distintos juegos que representan experiencias significativas y ejemplos concretos para vislumbrar la construcción de la identidad de niños y niñas durante la etapa infantil.
El juego simbólico
Durante el juego simbólico el imaginario permite a los niños y las niñas experimentar y representar actitudes, modelos y comportamientos que observan de una realidad aún incomprensible para ellos. En este capítulo se analiza la evolución del desarrollo de niños y niñas a partir de los distintos tipos de juego según la fase en la que se encuentren, pasando por el papel del educador como observador de la acción y la importancia y significatividad del dibujo en los juegos simbólicos.
Realidad y fantasía en el juego simbólico
Para los niños y las niñas es complicado distinguir entre aquello que es real y lo que es imaginario, lo cual se manifiesta también en el juego simbólico, debido a su gran implicación en este juego. La influencia del adulto se vuelve, por lo tanto, imprescindible, ya que, como veremos a continuación, de sus creencias dependerá que los niños y las niñas puedan llegar a distinguir realidad y fantasía.
Espacios para el juego simbólico
El mejor escenario para la aparición y el desarrollo del juego simbólico son los espacios de juego, en los cuales la interpretación narrativa de cada niño y niña será única y distinta entre ellos, aun estando en el mismo espacio. En este capítulo se presentan distintas posibilidades de escenarios de juego, instalaciones, espacios simbólicos, objetos lúdicos y presentación del espacio.
Contextos de simbolización (0-3 años)
Centrándose en el primer ciclo 0-3 años, el siguiente capítulo ofrece diferentes configuraciones de espacios y contextos de juego simbólico a partir de instalaciones y materiales que permitan a los niños y las niñas empezar a imitar, descubrir, explorar, relacionarse e interactuar con su propio cuerpo en la escuela infantil a través del juego libre. Aunque puedan desarrollarse situaciones inesperadas, la organización de los contextos de simbolización está pensada para que suceda aquello que pretendemos que pase: la aparición de los juegos presimbólicos.
Contextos de simbolización (3-6 años)
En este capítulo se presentan diferentes experiencias y juegos que corresponden al segundo ciclo 3-6 años para la configuración de espacios de juego simbólico a partir de instalaciones y materiales que favorezcan y promuevan el juego libre y espontáneo de los niños y las niñas durante esta etapa. De esta manera, a través de la gestión autónoma del espacio, el tiempo, los objetos y las relaciones, los niños y las niñas podrán experimentar y transformar libremente el contexto de juego, siendo el adulto mero observador de sus acciones, gestos y palabras para registrarlas posteriormente.
Introducción: Juego simbólico: el "como si..." y el "porque sí"
El juego simbólico es una experiencia vital de la infancia que posibilita transformar, crear otros mundos, vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así aprender a pensar como los otros, a sentir como los otros y, en definitiva, a saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia. Es un juego libre y autónomo, apenas necesita condiciones, aunque se enriquece si los espacios, objetos o tiempos de dedicación son propicios para que aparezca. No precisa de la intervención de los adultos, aunque a veces una mirada que demuestre interés lo favorece y otras, lo inhibe. No necesita que se enseñe (los verdaderos expertos en juego simbólico son los niños y niñas), aunque sería importante que tuviera más presencia en la planificación educativa de la etapa 0-6 años.
El juego simbólico es una experiencia vital de la infancia que posibilita transformar, crear otros mundos, vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así aprender a pensar como los otros, a sentir como los otros y, en definitiva, a saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia. Es un juego libre y autónomo, apenas necesita condiciones, aunque se enriquece si los espacios, objetos o tiempos de dedicación son propicios para que aparezca. No precisa de la intervención de los adultos, aunque a veces una mirada que demuestre interés lo favorece y otras, lo inhibe. No necesita que se enseñe (los verdaderos expertos en juego simbólico son los niños y niñas), aunque sería importante que tuviera más presencia en la planificación educativa de la etapa 0-6 años.