No siempre resulta fácil aceptar o respetar todas las emociones; sin embargo, los adultos pueden ayudar a los niños y niñas a construir un puente entre su experiencia interior y la relación con el mundo gracias a los cuentos tradicionales. En ellos están recogidas una amplia diversidad de emociones que la población adulta, en ocasiones, no permite ni se permite. En este capítulo se defiende la importancia de que los más pequeños estén expuestos a los cuentos, unos espacios de fantasía donde poder sentir con total libertad sus emociones, y donde el adulto ejerza un acompañamiento maduro, consciente y amoroso.
Los cuentos tradicionales
Escuchar un cuento es una experiencia que suele llegar al alma y de la que se puede aprender. Los cuentos de hadas escenifican todos los conflictos que incumben a la infancia y, por ende, a la vida psicológica adulta: a través de seres imaginarios, los más pequeños movilizan y dan salida a sus emociones. Los cuentos tradicionales son el eje central de este capítulo, en el que se describen no solo algunas de las ventajas que aporta este tipo de relatos en el desarrollo psicológico de niños y niñas, sino también las características más relevantes relativas a su estructura, contenido o personajes, y los autores más destacados de este género literario y sus distintas versiones de los cuentos más populares.
Algunos de nuestros cuentos
En este capítulo se relatan diversas experiencias llevadas a cabo con algunos cuentos en varios contextos educativos, unas vivencias únicas que sirven de ejemplo para trabajar el acompañamiento emocional de los niños y niñas. Cada cuento se estructura en dos partes: en la primera —que contiene un resumen del relato, o de sus diferentes versiones— se comentan sus aspectos más importantes; mientras que, en la segunda, se muestra un trabajo con niños, jóvenes o adultos a la luz de cada historia. Los cuentos que se presentan son: Caperucita Roja, El patito feo, Blancanieves, La Cenicienta y Hansel y Gretel.
Y colorín colorado
Información del contenido
Resumen
Los cuentos tradicionales son pequeños tesoros de nuestra literatura y de nuestra esencia como seres humanos. En ellos encontramos una antigua sabiduría que recupera lo humano, que nos lleva a lugares olvidados y que, generación tras generación, acaricia el alma de niños y mayores. Y, sin embargo, algunas versiones adulteradas (y edulcoradas) de nuestros cuentos han hecho perder de vista el sentido profundo que guardan estos relatos.
A partir de una sugerente mirada sobre las emociones y su acompañamiento educativo, estas páginas nos invitan a descubrir todo aquello que los cuentos permiten transitar y elaborar. Desde varias experiencias educativas, la autora se adentra en las entrañas de diversos cuentos de nuestra tradición oral y nos muestra interesantes caminos de acompañamiento emocional a la luz de estas historias.